- De dónde vienen estas expresiones?
Objetivos:
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Existen expresiones procedentes del mundo del toreo que ya han pasado al habla cotidiana, veamos algunas con su explicación.
- A mí no me torea nadie. El torero siempre debe sentirse en disposición de dominar al toro. Cuando ocurre al revés, es que no puede con el toro y, por tanto, llega al fracaso. En sentido figurado, decimos que una persona torea a otra cuando se burla de ella ó le falta al respeto.
- Al hilo de. Se dice que el toro hace hilo con el torero cuando lo persigue hasta obligarlo a desaparecer del ruedo o hasta que alguien realiza el oportuno quite. En la vida ordinaria se utiliza esta expresión para indicar que vamos a decir algo que va unido o que sigue a lo dicho o hecho anteriormente
- Atarse bien los machos. Los machos son las cintas que sirven para ajustarse la parte inferior de la taleguilla (pantalón de los toreros) a las piernas para que éstos puedan estar en condiciones de vencer las dificultades que le pueda plantear el toro. Cuando una persona tiene ante sí una tarea que se supone difícil, se emplea esta expresión como la de prepararse bien para ella.
- Coger el toro por los cuernos. En ocasiones el torero, por hacer alarde de su valor y arrojo, agarra las astas del toro y con ello suple las carencias de arte o la imposibilidad de hacer más faena a un toro bronco o difícil o de escasa fuerza y bravura. Es, pues, una demostración de decisión y voluntad. En la vida ordinaria, esta expresión la usamos para indicar que nos enfrentamos a un problema con valor y decisión.
- Cortarse la coleta. Cuando llega el momento de la retirada de un torero, tras la muerte de su último toro, alguien de su confianza le corta simbólicamente la coleta (antiguamente de forma real), que es el añadido que los toreros llevan en el pelo y que servía para distinguirlos de los que no eran. Igualmente, cuando alguien deja de practicar una actividad o trabajo, decimos que se corta la coleta.
- Dar largas. Una larga cambiada es un lance en el que, generalmente de rodillas, el torero mueve el capote sobre su cabeza y burla la embestida del toro, dándole la salida por su lateral. Se usa esta palabra para indicar que alguien no hace caso de otra persona o de algo y pone una excusa para no aceptar la propuesta.
- Dar un baño. Se dice esto en el ambiente taurino cuando un espada de prestigio y fama consolidada ve que otro que todavía no ha llegado tiene una actuación más afortunada. Esto mismo también se oye decir en situaciones similares, aunque sea en otros tipos de actividades.
- Estar de capa caída. Cuando el torero sujeta la capa con los brazos caídos, no se encuentra precisamente en una actitud de hacer frente al toro de forma decidida y lo veremos apático o desganado ante los problemas que le plantea la lidia. En la vida ordinaria, todos podemos tener momentos de desánimo o de desilusión y en esos momentos, y por analogía con esta expresión taurina, decimos que estamos de capa caída. O sea, en un mal momento.
- Estar para el arrastre. El arrastre es el acto de llevar al toro desde el ruedo hasta el desolladero. Por ello, cuando alguien está extremadamente cansado, o se encuentra abatido o sin fuerzas para seguir, metafóricamente se dice que "está muerto de cansancio...", por lo que a continuación debe venir el arrastre.
- Farol. El farol es un lance en el que el torero, al tiempo que pasa el toro, levanta el capote con las dos manos y lo pasa sobre su cabeza. Es bastante espectacular, aunque se afirma que no ofrece demasiado riesgo su realización. Por ello, cuando una persona alardea de algo solemos decir que está "haciendo un farol", "que va de farol" o que "está faroleando".
- Pasarse de castaño oscuro. Entre las variadas capas de los toros hay una cuya aparición en el ruedo siempre causa admiración por su espectacularidad. Se trata de la compuesta por el pelo castaño. Se ha tenido siempre por cierto, aunque naturalmente no siempre se han confirmado las expectativas, que un toro con este pelaje era indefectiblemente bravo, lo cual presentaba dificultades al torero. Si se pasaba de este color y se hacía más oscuro, todavía podía ser peor. De ahí este dicho que se aplica a cualquier situación con dificultad o con pocas posibilidades de éxito.
- Que nos coge el toro. Lo peor que puede pasar a un participante en una corrida es que le coja el toro. En el lenguaje cotidiano, utilizamos esta expresión para indicar que, si no andamos rápidos o listos en nuestra actuación, podemos correr peligro en nuestra actividad o en nuestro trabajo.
- Salir por la puerta grande. Para reconocerle el máximo reconocimiento, se iza al torero a hombros de algunos aficionados y sale de esta forma por la puerta principal de la plaza, es decir, la puerta grande. Esta expresión se aplica a alguien que ha triunfado rotundamente en cualquier actividad.
Ahora que conocemos estas expresiones, haremos un juego de mímica con ellas. Podremos hacerlo mediante mímica o dibujando en el encerado. La persona que acierte, tendrá que decir una frase con la expresión para asegurarnos que saben usarlas correctamente.
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